Emocionalmente, Madres de día.
Texto: Mónica Fernández. El Nido de Zoe. Fotos: AMADIMA. El Nido de Zoe.

Emocionalmente, Madres de día.
Una parte muy importante del trabajo de las Madres de día, es sin duda, la parte emocional.
Con los/as pequeños/as que acuden a nuestra casita, comenzamos a acompañar esas emociones desde el proceso de vinculación. La inseguridad o el miedo que genera en la mayoría este período, se acompañan para que se sientan seguros y confiados. Muchos brazos, porteo, canciones, abrazos y todo cuanto necesiten en un momento tan delicado a la par que decisivo como es la separación de sus figuras de apego.
Con el paso del tiempo, una vez perciben el espacio como el suyo propio, seguimos trabajándolas día a día, poniendo nombre a sus sentimientos y ayudando a que entiendan valores como el respeto y la empatía.

Con las familias en cierto modo también se realiza un acompañamiento emocional, sobre todo durante el período de vinculación y es que aunque en un proyecto de Madre de día demos mucha importancia a este período, flexibilizado totalmente el tiempo en función del progreso emocional del niño/a, a veces la realidad es bien distinta y las familias se ven obligas a incorporarse a su puesto de trabajo, cuando sus pequeños/as no estan preparados aún para el siguiente paso. Las Madres de día en este caso mantenemos comunicación constante con las familias y en ocasiones, cuando así lo autoricen previamente en el contrato, se les envían fotos para que puedan ver que su hijo/a comienza a disfrutar cada día un poquito más de su juego en el proyecto.
Durante el curso ponemos nuestra experiencia y formación a disposición también de las familias, ante cualquier duda que les pueda surgir para intentar que el camino de la crianza sea más sencillo y ofrecerles todas las herramientas de las que disponemos para ello.

Y con nosotras mismas, las Madres de día. Nuestra profesión es vocacional sin duda, pero a veces es difícil. Una parte importante de nuestro acompañamiento emocional es sin duda nuestra formación y experiencia, que nos permite relativizar situaciones cotidianas y poder encontrar soluciones casi inmediatas a las mismas, que en la mayoría de situaciones funcionan.
El autocuidado es también muy importante para nosotras, para poder ofrecer una atención de calidad tenemos que sentirnos bien. Detrás de nuestro trabajo también hay tiempo para fisioterapia, ya que la musculatura se resiente, lectura, yoga, pilates, paseos al aire libre o disfrutar con nuestra familia y amigos.
Y un gran sostén emocional sin duda es la Asociación de Madres de día de Madrid, AMADIMA. En una profesión tan solitaria como es la nuestra, tener al lado compañeras que te sirvan de guía, apoyo, consuelo y compartan tus emociones, porque aunque en sitios diferentes se encuentran en el mismo lugar que tú, es sin duda un regalo muy especial.
